Arrebol de Juan Jesús Gutiérrez

¿Ves conspiraciones por todas partes?

¿Escéptico con la carrera espacial?

¿Te gusta un buen truco de magia?

Después de Viento y verdad llevo un poco de retraso con mis lecturas, pero vuelvo a vosotros en esta hora oscura, para traeros una nueva reseña. Hoy vengo con Arrebol de Juan Jesús Gutiérrez, una novela que mezcla ciencia, misterio y conspiraciones. Publicada por La esfera de los libros y con una nada desdeñable extensión de casi 700 páginas de puta magia. 

La premisa no puede ser más sugerente: 

"Gael recibe un mensaje de su padre Ernesto en su teléfono. Es un video extraño, confuso, pero, sobre todo, imposible: su padre lleva veinte años muerto.

Ni siquiera eso es lo más inquietante. En el mensaje le advierte de que no solo el mundo está en peligro, sino toda la eternidad, y que el mayor secuestro de la historia está sucediendo a la vista de todos.

El secuestro de nuestras almas."

ಠ_ಠ

¿Cómo te quedas? Pues espera que hay más, mucho más. Esto es solo el pistoletazo de salida con el que arranca una aventura donde la ciencia y lo metafísico colisionan en una trama con repercusiones globales, y donde nuestro protagonista es arrojado sin contemplaciones ni manual de instrucciones.

La historia nos va guiando en una investigación en tres momentos diferentes en el tiempo y el espacio. Empezando con el programa Apolo en EE.UU, pasando por el cambio de milenio y en una futura España de 2033.  Poco a poco la trama se va desplegando los personajes principales y sus motivaciones, que aunque en principio parecen que no tienen nada que ver, pieza a pieza, van encajando sin dejar cabos sueltos (algo que parece fácil, pero ojo: no lo es) 

Otro punto a favor es la narración. Es ágil y se lee con rapidez. Así que, para aquellos que se sientan un poco amedrentados por la extensión del libro, que no sufran. Se lee solo. Yo he llegado a leerme hasta 100 páginas de un tirón.

¿Estás dentro ya? ¿No? ¿Pero tú qué diablos quieres?

No pasa nada, el libro contiene más "trucos"

A nivel emotivo, la relación de Gael con su padre, un mago de segunda que le dejó muy pronto, es uno de los puntos emotivos de la novela. Con cada pista que Gael y sus aliados encuentran, se desentierra una parte del pasado de su padre, y que terminará ayudándolo a cumplir con un propósito. Uno que solo él puede cumplir. Siendo la magia, el canal a través del cual Gael conecta de nuevo con su padre.

Por otro lado, la sempiterna presencia del un enemigo demasiado grande para ser abatido, es bastante disfrutable. Como un bicho especialmente grimoso que no puedes dejar de mirar, o el morbo que se experimenta al observar un poder tan absoluto que nadie debería de poder ostentar. Además, me encanta que la trama vaya encajando con los avances tecnológicos de los últimos sesenta años. ¡Bien, Juanje, bien! 

Sí, hay cosas que es mejor no ver.

No quiero desvelar mucho del misterio, porque la gracia del libro es descubrirlo por ti mismo según avanzas en su lectura. Los giros os sorprenderán aún más y será mucho más divertido. Pero os animo a llegar al final, donde cada pieza encaja en su sitio y hay escenas bastante potentes, creando con ellas un mosaico coherente, incluso diría que bastante emotivo. 

El libro que hizo dudar a Carl Sagan.

Aunque no quiero dejar de remarcar lo que MÁS me ha gustado de la novela, y es el toque tecnico y filosófico del que hace gala la imaginación del autor. Como si compartiéramos alguna neurona en común, ha puesto por escrito más de una teoría con la que yo mismo he fantaseado en algún momento de mi vida, y como decía al principio: consigue conjugar algo tan metafórico y abstracto con la tecnología de forma elegante, hasta el punto de hacerte preguntas (o plantearte cosas). Ese toque ético y filosófico contrastado aplicado a la vida y sobre todo a la tecnología actual, para mí, es el punto fuerte del libro y por lo que os lo recomiendo. 

El momento donde se explica cómo unidades individuales son capaces de crear algo diferente al ponerlas juntas... 

Ahí, amigos. Ahí está la verdadera magia.