Herederos del caos de Adrián Tchaikovsky

 ¿En qué momento se crea una conciencia?

¿Pueden convivir y respetarse especies que no pueden comunicarse entre ellas?

¿Cambiamos patas por tentáculos? 

Adrián Tchaikovsky lo ha vuelto a hacer.


Vengo a vosotros con un libro que no sabíais que necesitáis leer: Herederos del faking caos, la segunda parte de Herederos del tiempo y cuya autoría recae en el celebérrimo Adrián Tchaikovsky. Sí, amigos. Otra reseña más de este señor en el blog, porque siempre es bien y me vuela la cabeza con sus enfoques de la naturaleza, la biología y la ciencia ficción en general. De hecho, este señor, junto a Andy Weir están peleando en mi ranking de autores predilectos. 

Bueno, al lío. Si no sabéis de donde venimos, aquí tenéis el link a mí reseña del primer libro de la trilogía Herederos del Tiempo que me pareció una auténtica maravilla. Un libro tan interesante y original que reconozco, me daba miedo continuar con la segunda parte por si me llevaba un chasco.

Entonces ¿Me ha gustado el libro? 
Vamos a descubrirlo.

La historia comienza en un punto paralelo en el tiempo a los sucesos de Herederos del tiempo, solo que centrado en otra nave y otro equipo de terraformación. En esta ocasión vez de tener arañas mutadas por el virus Rus-Califi, tenemos a otras criaturas fascinantes como son los pulpos. La premisa, por tanto, es exactamente la misma (cosa que me desanimó un poco, aun con el extra de que encantan los moluscos cefalópodos), pero la presencia de personajes tan diferentes a los protagonistas del primer libro hace que la historia cobre un nuevo rumbo. 

Pero, Tchaikovsky, ¿otra vez la misma...?
¡Ay, amigos! ¡Cómo nos la ha vuelto a meter el cabrón!

Si algo hay que me gustaría resaltar de la novela, es la cantidad de temas que trata (y casi ninguna tiene que ver realmente con arañas, pulpos o humanos).  En sus páginas encontraréis una mezcla bien conseguida entre "El extraño benefactor" y el "Extraño destructor", pues al igual que en Frankenstein, Mary Shelley nos cuenta la tormentosa relación entre Víctor y su creación, aquí encontramos a Senkovi que ejerce de némesis a lo que representaba la figura de Avrana Kern en el primer libro

¡Senkovi!

Senkovi, a diferencia de Kern, respeta y otorga libertad a su creación, pero al mismo tiempo siente una necesidad casi desesperada por conseguir comunicarse con los seres que ha creado. Y aunque los pulpos se esfuerzan por devolverle el favor, nunca llegan a comunicarse en los mismos términos, y por eso le envían sus mejores poesías y bailes. 

Absolutamente bri-llan-te.

Por otro lado, habla de sociedades fuertemente estratificadas, la relación entre el sexo dominante de las hembras sobre los machos (o de ambas con los humanos) lo que se perfila en un paralelismo perfecto de nuestra sociedad actual; donde es difícil dejar atrás ciertos prejuicios o costumbres. Me gusta ver que los humanos ya no son la prioridad de absolutamente nadie.

En general es una novela que podría resumirse en un "Wait for it"  porque aunque el comienzo es algo lento y agreste (por lo extraterrestre y abstracto de la narración), lo contrarresta con un giro magistral a mitad del libro que te vuela la cabeza. 

Ojito a las entradillas.

Así pues, una de las cosas que NO me gustaba de la novela, de pronto se convirtió en una de las cosas que más me ha sorprendido. ¡Bien, Tchaikovsky, bien!

La variedad de "voces" y la ambientación realmente alienígena puede confundir al lector, pero no deja de ser un acierto. Porque la lectura te traslada de verdad a otro tiempo y lugar. Ya no estamos en Kansas, Dorothy.  Pero estad tranquilos, pues todo queda atado y explicado al final del relato de forma muy satisfactoria. 

En general, el libro da lo que promete. Transmite la maravilla y el caos que supone otro tipo de conciencias, así como de la comunicación y convivencia entre especies muy diferentes unas de otras. Un batiburrillo del que tan solo se puede salir con la herramienta más poderosa de todas las que se han inventado hasta la fecha: la comunicación y la voluntad de entender al prójimo.

Para terminar, al igual que el primer libro, tiene un final abierto y lleno de esperanza. Algo que te deja un sabor de boca perfecto. 

Bola extra: casi me marcho sin quitarme el sombrero ante como cierto personaje resuelve el conflicto final en plan...
¡Te reto, hijo de puta!


8/10


Desde aquí solo puedo rendirme al genial


"De alguna manera, él, Disra Senkovi, embustero, gandul, misántropo aburrido, le había legado algo hermoso al universo."

"Hasta ahora, la principal causa de muerte es la curiosidad"

"Si odias a tus vecinos, entonces necesitas un cerebro que sepa a cuáles odias más"

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