Horizonte de estrellas - Victor Conde y Guillém Sánchez

 ¿Te gusta la ciencia ficción especulativa?

¿Crees en un universo con infinitas posibilidades?

Él último premio Minotauro 2022 te puede gustar

Al igual que reseñé al ganador del premio Minotauro de 2021, hago lo mismo con el ganador de 2022:
 
Horizonte de estrellas de Victor Conde y Guillem Sánchez. 

Así que vamos al turrón. Ésta novela deriva hacia la ciencia ficción especulativa (BIEN), bajo la premisa de que el  universo es TAN inmenso y sabemos TAN poco de él, que todo es posible. Es un viaje al asombro donde se trata de demostrar lo equivocados que podemos estar respecto al universo y sus reglas. 

Infinitas galaxias, infinitas posibilidades

La historia arranca con Soleiko, una ingeniera a bordo de una nave de colonización humano-extraterrestre (sí, los humanos de ésta historia ya han tenido contacto con extraterrestres, pero de eso hablo después) que despierta de su hibernación para descubrir que han sido alejados de su ruta inicial y que la tripulación ha sufrido mutaciones en su ADN sin su consentimiento. Lo que viene siendo un viaje movidito a la playa. Antes de poder dar una explicación a los "por qué" se topan con una nave de tecnología Ker. Una civilización mucho más avanzada que cualquier otra que se conozca. 

Los humanos no van solos en este viaje. Les acompañan los Idor, una raza alienígena más avanzada que los humanos con la que están colaborando en la exploración espacial.  El punto de vista de los Idor es quizá uno de los puntos más interesantes de la novela, pues contrasta con el modus operandi humano, y crea diferentes dilemas al lector. Por otro lado, me hizo gracia que posean una característica fisiológica que resuelve uno de los grandes problemas "humanos" para sobrevivir en gravedad cero. Tendréis que leerlo, para entenderlo. 

Empieza la magia

Aquí entramos en un corte más parecido al estilo Cita con Rama, donde los humanos y los Idor se topan con la oportunidad de sus vidas. Una nave llena de tecnología que va más allá de lo que han podido soñar jamás. Galaxia desierta, la noche ideal...

¿La abordamos? Sí, claro. ¿Qué podría salir mal?

Ésta es, en mi opinión, la parte más jugosa de la historia. La que juega con la ciencia ficción especulativa. Cuando describen una tecnología mucho más avanzada que la humana, pero que está cimentada en unos pilares diametralmente diferentes. Donde incluso la comunicación entre especies puede ser el reto más grande de todos. Capítulo a capítulo la nave Ker va mostrando sus diferentes maravillas que sorprenden al lector y a la protagonista de la historia. Y como no, empiezan los problemas. 

Problemas que crecen como hongos

No puedo explicar mucho más sin desvelar puntos importantes de la trama y sobre todo de la fascinación que debe transmitir su lectura. 

Sí que puedo decir que la novela trata el contacto entre especies de una forma superior. Me refiero a que la supremacía del más avanzado se trata desde un prisma condescendiente e incluso paternalista. Y la historia se relata desde muchos frentes. A veces la filosofía toma las riendas de un capítulo, otras es la lingüística, la física, la química o la programación de un software informático. Lo que hace que no te aburras durante la lectura.

Me encantó este capítulo

Poco a poco la historia avanza y aborda los verdaderos motivos e intereses de la trama hasta que se desvela el pastel. Me gustó que los humanos son solo un granito de arena, y que siempre hay algo más grande que nosotros, pero que aún así podemos marcar la diferencia. 

El tramo final es quizá el más esotérico, es donde los autores exploran esas posibilidades cuánticas del universo. Donde un fenómeno puede cambiar su resultado dependiendo de si es observado o no, pero elevado a la enésima potencia. Habrá gente que quizá no comparta este tramo final por ser demasiado difuso o "fantástico", pero que creo que en cierta manera es un acierto, porque describe el amor por el espacio y sus infinitas posibilidades (aunque si rompe un poco el ritmo respecto a las dos primeras partes)

Es una novela que trata de demostrar que realmente no sabemos nada, donde a veces la respuesta está en los ojos de un niño que levanta la vista al cielo en busca de respuestas, y muchas veces la respuesta está dentro de nosotros mismos. 

No es una novela de acción, ni tiene arcos narrativos potentes, pero cumple con el cometido del que creo que es su objetivo principal: dejarnos maravillar por lo desconocido y la infinidad de posibilidades del universo. Es un relato de exploración, de búsqueda de respuestas más allá del horizonte. Un guiño a todos esos valientes que han tanteado en la oscuridad en busca de respuestas

Si hay sitios donde llueven diamantes ¿qué no puede haber ahí fuera? 


6,5/10



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