Ciudad de Jade de Fonda Lee

 ¿Te gusta la fantasía urbana?

¿Te molan las historias de la mafia? 

¿Te gusta el verde? 

Ésta es tu historia, keke


Tras muchas recomendaciones, y dado que este año viene la autora de visita a España, me he animado a empezar la trilogía de Ciudad de Jade, que nos ha traído Insólita ediciones al castellano.

He de decir que cada vez me cuesta más arrancar trilogías o sagas, porque luego me cuesta un cojón terminarlas (¿Se puede decir cojón? ¯\_(ツ)_/¯ medaiguá).  Por otro lado, suelen pecar de poca o nula originalidad en sus páginas, pero éste no ha sido el caso. El cruce entre la fantasía y clanes mafiosos enfrentados, cuaja a la perfección y se hace bastante entretenida de leer, y apenas tiene curva de aprendizaje. Así que, sí. Ha sido un acierto comenzar con Ciudad de Jade.

¿Te suena de algo?

Bueno, la cosa va así: durante siglos en la isla de Kekon se extrae el jade más puro, cuyas propiedades aumentan los poderes de aquellos kekoneses con la sensibilidad y el arrojo necesarios para usarlo. Esto ha causado muchas tensiones, guerras y rivalidades por el control y explotación del Jade.

Y es aquí donde se presentan las dos familias de huesos verdes más poderosas que se encargan de gestionar el comercio de Jade: son el clan Sin cumbre y Montaña.  Internamente se organizan en tres entidades comunes: el pedestal (El Don), su cuerno (Capo) y el hombre del tiempo (Consigliere).  

El pronóstico es claro
Van a caer hostias como panes

Una de las cosas que me ha gustado (sin ser especialmente notable) es la personalidad de cada uno de los personajes que recorren la novela. Apenas hay dos iguales, lo cual es de agradecer. Creo que podría hacerse una matriz de alineación D&D sin dudar de dónde va cada personaje.

La novela nos presenta a la familia Kaul (Sin cumbre), donde el joven pedestal Kaul Lan intenta mantener el equilibrio de poder bajo la sombra alargada de su abuelo (La antorcha de Kekon) una leyenda viviente; a Kaul Hilo, el beligerante hermano pequeño del pedestal, que ejerce de cuerno y responsable del brazo armado del clan; y a Shae, la hermana descarriada que vuelve a casa tras dos años de ausencia para enfrentarse a la obtusa cultura kekonesa.  El trío me gusta, y sus personalidades van fluyendo durante la novela con cada nuevo reto.

Juntos deben afrontar la amenaza que supone la llegada de una nueva droga llamada Sene, que permite a los que no son huesos verdes, portar jade; así como lidiar contra el clan Montaña siempre al acecho. 

Clanes que se matan por jade

Mi abuela en casa

Poco a poco la autora, desde los diferentes puntos de vista, nos va metiendo más y más en el entorno de la isla de Kekon y su anticuada cultura. Lo que menos me ha gustado del libro, pero que parece cada vez más un pilar básico en la fantasía actual, es la escuela para jóvenes talentos del Jade. Donde Anden, un huérfano cuya familia cayó en desgracia nos aporta el contexto sobre el uso del Jade (y de los problemas de su sobre exposición).

Me gustó que la novela es consistente a muchos niveles, así como las diferentes capas argumentales, que agilizan la lectura.  No es una novela con escenas de peleas espectaculares, el uso del Jade no se come el argumento (y siempre te quedas con ganas de un poquito más) También están bien traídos los problemas del mafioso y de sus raíces en la vida económica, política y social de Kekon, y cómo las decisiones de unos pocos, pueden afectar a mucha gente, y donde un hombre coherente intenta hacer las cosas bien donde todo está mal. Y que consigue, como en los Soprano, que el lector simpatice con una banda de criminales. 

Bunta Takakura 

aprueba esta novela 

En definitiva: un libro que me han recomendado desde varios sitios y que efectivamente ha merecido la pena leer, y del que me apetece seguir leyendo y ver dónde acaba la historia. Le podría dar una nota, pero prefiero dar una nota cuando termine la trilogía. No es la primera vez que algo empieza bien y termina culo.

Ah,  y a todo esto: Ayt Madashi (pedestal de Montaña) me parece un personaje antagonista perfecto, del que estoy deseando saber más. Así como de Shae. 


Un poco de arte conceptual:


En palabras de la autora: "Verde de cojones"




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